INÉS QUINTERO.
El Hijo de la panadera.
En el 2006 publiqué por primera vez un estudio biográfico de Miranda. En aquella ocasión el resultado de la investigación estuvo determinado por las condiciones que establecía la Biblioteca Biográfica de Venezuela, dirigida por el Dr. Simón Alberto Consalvi y publicada por El Nacional y la Fundación Bancaribe; la biografía no podía tener una extensión mayor a 120 cuartillas. Se trataba, sin duda, de un compromiso mayor. Luego de un exigente trabajo de síntesis, logré concluir la investigación y publicar una primera versión de la vida de Miranda.
Transcurridos casi diez años después de ese primer resultado, tuve la oportunidad de volver sobre la vida de Miranda para profundizar, ampliar y sobre todo disfrutar nuevamente lo que significa estudiar y conocer a un personaje como Francisco de Miranda.
Son muchas las biografías que se han escrito sobre Miranda, algunas de ellas muy buenas y completas; existe también una abundantísima información sobre esta importante figura histórica en virtud de la amplísima y variada actividad política que desplegó durante su intensa vida. A todo ello se añade su archivo personal conocido como Colombeia, en el cual está el registro pormenorizado de su vida, recuperado y organizado por él mismo. De manera que, volver sobre Miranda, siempre constituye una labor que demanda gran dedicación y entrega.
Me interesaba, en esta oportunidad, conseguir las claves que me permitiesen construir un relato que fuese convincente y cercano y, sobre todo, que me permitiese dar cuenta de los vínculos y complejísimas relaciones existentes entre un personaje como Miranda y el cambiante y exigente contexto histórico en el cual le tocó vivir. Resultado de las indagaciones y pesquisas realizadas y de una lectura más sosegada y tranquila de su diario y de su archivo personal, pude atender con mayor cuidado los detalles de su vida cotidiana, estar pendiente de sus placeres, sus gustos, sus sentimientos, sus caprichos y dolencias buscando un contacto más personal, más próximo; deteniéndome también, en sus ideas proyectos y actuaciones políticas; su visita a los Estados Unidos; su largo viaje por los más recónditos lugares del planeta; sus intercambios con el primer ministro inglés; su participación en la Revolución Francesa; sus planes para independizar al continente suramericano; su activa presencia en los sucesos de la I República y, finalmente, su último trayecto que concluye con su muerte en el arsenal de La Carraca.
Esta biografía que lleva por título El hijo de la panadera, pretende ser un acercamiento más humano y personal sobre la vida de Francisco de Miranda. Ojalá que así sea recibida por los lectores y por quienes nos acompañan en este grato encuentro.